Ana Milena Duque //La Indecente
Debemos entender que una vez efectuado el procedimiento se duplican los riesgos, con efectos colaterales para la salud física y mental. Por eso recomiendo entrar en materia y leer un poco más antes de decidir. Nuestro organismo siempre requiere de autocuidados y atención.
He venido escuchando de algunas mujeres la práctica de la histerectomía como tratamiento médico para los sangrados abundantes, pero la verdad es que pensar en la extirpación parcial o total del útero me genera un poco de miedo.
Me pregunto: ¿cuál será la necesidad de suprimir un órgano, cortar un proceso y desconocer sus efectos? Ya es otra la historia cuando por una necesidad vital requerimos su extirpación, es decir, por un cáncer qué comprometa el bienestar de la persona o por alguna complicación mayor como endometriosis, prolapso uterino o fibromas, y que solo apunten a esta opción.
No solamente hay que evaluar los pro y los contra, sino entender que tras efectuado el procedimiento se duplica el riesgo de un prolapso vaginal, se afecta la respuesta sexual, puede aparecer la incontinencia y reducirse la capacidad de alcanzar el orgasmo, entre otras cosas más. Por eso recomiendo entrar en materia y leer un poco más antes de decidir.
En algunos casos el procedimiento puede ser necesario. Hay dos tipos de acuerdo a los síntomas y dolencias a corregir.
La extirpación parcial, por ejemplo, se refiere a aquella que deja el cuello del útero y también los ovarios, pero se deshace del útero. Generalmente este procedimiento puede permitir la reparación natural del periodo porque no altera las hormonas y no es tan radical con el cuerpo.
Por otro lado tenemos la histerectomía total, aquella que extirpa completamente el útero, el cuello del útero y los ovarios, causando una menopausia quirúrgica inmediata, la cual puede aumentar el riesgo de depresión, enfermedades del corazón y otras complicaciones en huesos y articulaciones. Incluso pueden presentarse efectos adversos a largo plazo sobre la función de la vejiga, siendo muy desalentador el resultado debido al desconocimiento en general.
La clínica mayo en Estados Unidos en una reciente investigación (2019) concluyó que quién se realice el procedimiento puede tener efectos colaterales a su salud física y mental. Desde verse afectada la capacidad para orinar hasta la complicación total para llegar orgasmo
Lo cierto es que nuestros cuerpos han sido tratados como ratones de laboratorio, aún seguimos usando medicamentos que se inventaron en los años 50, cuando todavía no se investigaba sobre el ciclo menstrual y se desconocía que tras una histerectomía puede presentarse entumecimiento genital o afectarse la capacidad para pasar la orina mientras el tejido está sanando.
La clínica mayo en Estados Unidos en una reciente investigación (2019) concluyó qué quién se realice el procedimiento puede traer efectos colaterales a su salud física y mental, porque las complicaciones tras las seis semanas después de la operación se pueden ir presentando en los primeros años.
Por eso aquella persona que se someta a una histerectomía debe entender que vivirá un proceso de muchos cambios porque ya no puede embarazarse, no tendrá periodos menstruales y su vida sexual se puede ver afectada, sobre todo si no se espera el tiempo prudencial (3 meses) para una correcta sanción del tejido interno y externo.
Lo importante en nuestro cuerpo es atenderlo, investigar curiosamente cualquier desequilibrio del ciclo, recalcular la ruta para volver a nuestro centro y entender que los síntomas que sufre el organismo están apuntando a un foco de atención, que sí o sí requiere de autocuidados.
___________________________________
Adquiere el libro “La menstruación es un superpoder”, descubre más contenido y productos relacionados con la comunidad Ágata en los siguientes links:
@la copita menstrual (Facebook)
@menstrualcup (Instagram)