Se cierra la calle, se cierra la cuadra, se cierra el arte, después de 2 décadas de exposiciones. La Cuadra cumple su última exposición este 5 de marzo. Aquel evento que cada primer jueves del mes irrumpió en la escena de la ciudad desde el año 2000 dice adiós y deja como legado un ciclo de exposiciones memorables y de artistas de toda índole que se presentaron en ese pequeño rincón artístico de la calle 12.
Fotos: FB @LaCuadraTalleresAbiertos
“Nosotros hoy tenemos que darle una noticia al público y es que La Cuadra no va más, La Cuadra como proyecto aquí de calle se cierra hoy y le queremos decir al público muchas gracias, y misión cumplida”, dijo con nostalgia el artista pereirano Jesús Calle, uno de los fundadores.
En el año 2000 Lucía Molina de Botero, Javier García Jaramillo, Viviana Ángel Chujfi, Jesús Calle y Carlos Enrique Hoyos fundaron La Cuadra, un evento expositivo que se desarrolló tanto en los interiores de los talleres de los artistas fundadores como en la calle y que contó con bailes, mercados, conciertos, exposiciones de pinturas y de fotografías, entre otras actividades creativas
Un espacio cultural gratuito y variado, pero sobre todo un espacio de promoción para artistas locales de todas las disciplinas, emergentes o con recorrido.
El nombre La Cuadra no es un misterio, por cuestiones de fortuna o el azar, las galerías de los artistas mencionados al igual que una de las sedes del Colombo Americano, están ubicadas en la misma dirección o más exactamente en la misma cuadra, una vez que se unieron para desarrollar un espacio de exposiciones, el nombre no podría ser más evidente.
“Es un espacio de exposición alternativo donde no hay que tener un currículo amplio ni haber tenido muchas exposiciones, sino simplemente tener una obra una propuesta seria para ser mostrada, y así empezamos a mostrar cultura y a mostrar actividades en la calle”, comentó Jesús Calle.

Con el paso del tiempo, La Cuadra se consolidó como un espacio democrático tanto para los artistas como para el público, esta es la razón por la que el evento logró colarse en la agenda de los pereiranos y dentro de la escena cultural y artística pereirana.
Las primeras cuadras corrieron por cuenta de los espacios y de los bolsillos de los artistas que la fundaron, con el tiempo otras corporaciones al igual que el Ministerio de Cultura, también colaboraron con esta empresa, sin embargo, la sostenibilidad material y logística del evento nunca fue sencilla. “La totalidad de los costos siempre fue invertida en las exposiciones, ninguno de nosotros gana un salario formal como resultado de la cuadra.”, asegura Jesús Calle

En estos 20 años son muchos los gestores culturales y artistas que se han formado o que han surgido gracias a este evento, esto aplica también para los hijos de los artistas, el hijo de Jesús Calle, Pablo Calle, y la hija de Javier García, María García, también han tomado un papel protagónico en su realización.
Construcción de ciudad, es probablemente el aporte más grande que deja este evento durante sus dos décadas de duración, la construcción de vecindad, de costumbres, un espacio de reunión alrededor del arte y también la creación de un espacio que fue el “parche” de toda una generación.
Atrás quedan las jornadas donde no solo se exponían trabajos sino donde los artistas pintaban en frente de las exposiciones mientras eran fotografiados por Javier García. Sin embargo, La Cuadra este año quiere dejar un recordatorio de lo que han sido estas dos décadas.
“Vamos a trabajar en la construcción de un documento que se llama Las memorias de los 20 años de La Cuadra, un recopilatorio de todas esas cuadras temáticas que se han realizado en este tiempo, La Cuadra del tango, de la afrocolombianidad, de las artesanías, entre muchas otras, la idea es realizar este documento y tenerlo a disposición del público en el mes de julio o algo así, en una muestra que queremos hacer en una de los talleres o en el Colombo Americano”.
Por la necesidad de crear una nueva escena artística en la ciudad, por una pasión inquebrantable por el arte y también una intención de mejorar esa ciudad por la que se tiene un sentido de pertenencia, esos tres podrían considerarse los pilares que ha mantenido el proyecto, sin embargo, el tiempo no pasa en vano, un evento trae como consecuencia, un desgaste económico y físico, y esta vez llegó el momento de ponerle fin.
La puerta de la galería de Jesús Calle se limpia por última vez para la exposición, la calle de la 12 con carrera 12 bis ignora aún a esta hora del día que pronto dejará de sentir el fogueo del público, el bullicio y la música, sin duda alguna una gran pérdida para la escena cultural de la ciudad, pero también es un llamado y una oportunidad para crear nuevos espacios, que más que arte construyan sociedad, convivencia, reunión y costumbre, esos valores intangibles que crecen de manera silenciosa en estos espacios colectivos.
La escena cultural y artística pereirana tiene aún muchos desafíos en un contexto donde es difícil conseguir aprobación o presupuesto, entre trámite y trámite y con la nueva exigencia de auto sostenibilidad, los nuevos proyectos culturales deben pasar por encima de un campo minado.
Más allá de lo sorpresiva o abrupta que pueda ser la noticia del fin de La Cuadra, lo único que se puede decir si se analiza lo que ha significado el evento durante estas dos décadas y lo que ha significado para la ciudad de Pereira es: misión cumplida.
La Cuadra de hoy se realizará desde las 4 de la tarde hasta las 10 de la noche, gracias al trabajo de los artistas y al coordinador cultural Edwin Laverde. El evento contará con exposiciones en galerías, mercado y artesanía en las calles y música en vivo desde las 6 de la tarde hasta el cierre del evento.